Acompañamiento psicológico

Los aspectos psicológicos juegan un papel fundamental en la vida de todo ser humano. Sin embargo, en caso de enfermedad, cobran aún mayor relevancia, pues suele existir una importante relación entre el bienestar emocional y la mejora o empeoramiento de la sintomatología del individuo  Recibir apoyo psicológico implica trabajar con un profesional de la salud mental para afrontar los desafíos que surgen y el asesoramiento puede ayudarlo a comprender sus sentimientos y reacciones, y proporciona un lugar seguro para hablar sobre sus preocupaciones. 

Acompañar es “estar al lado de”, brindar apoyo humano que reconforta y alivia. Es no dejar a la persona sola con el problema, sino compartir con ella el dolor que sufre. Esta acción incluye escuchar atentamente, dejar hablar y permitir que el silencio tenga su lugar en aquellos problemas, situaciones y preguntas que, ante el dolor y la tristeza, resultan indecibles. El acompañante se brinda como un semejante que sostiene al otro, en el sentido de ofrecer una presencia implicada y comprometida.
Por psicológico entendemos que el acompañamiento está dirigido a los problemas psíquicos, emocionales y espirituales. En el caso de las víctimas de tortura, este acompañamiento debe ser especializado, tomando muy en cuenta el carácter social de la tortura por represión política.

Objetivos del acompañamiento psicológico
  • Acompañar a la persona en sus emociones y vivencias frente a la proximidad de algún acontecimiento importante
  • Establecer un contacto humano reconfortante y disponible
  • Asistirla en el duelo por sus múltiples pérdidas 
  • Contener al acompañado frente a los miedos, angustia y ansiedad
  • Establecer puentes entre miembros de la familia, abogados, instituciones, comunidad, etc
  • Transmitir de una forma adecuada a la víctima la información que le aclare la realidad que está viviendo
  • Asumir algunas funciones que el yo fragilizado del acompañado no puede desarrollar
  • Percibir y reforzar los recursos propios del acompañado, alentando el desarrollo de su propia capacidad
  • Brindar un marco de seguridad y confianza por el acompañamiento incondicional
  • Apoyar y dar sugerencias prácticas como familiarizarse con el formato de las audiencias
Diferencias entre acompañamiento y psicoterapia

Acompañamiento

  • La meta del acompañamiento generalmente es acompañar, informar, aclarar, sostener, contener, escuchar y apoyar. 
  • Necesariamente las experiencias de dolor se revivirán al evocar hechos pasados, por lo que los recursos personales del afectado se verán debilitados. El rol del acompañamiento es entonces dar sostén y apoyo a esa vulnerabilidad. 
  • El acompañamiento potenciará los recursos personales del afectado para que este pueda brindar un testimonio adecuado. 
  • El vínculo entre el acompañante y acompañado es de reciprocidad lo que implica mayor simetría en la relación.
  • El acompañamiento puede darse casi en cualquier lugar que ofrezca privacidad. No requiere que sea siempre en el mismo lugar. Cada reunión puede ser diferente en duración, grados de comunicación, calidad y resultados. Todo el trabajo de acompañamiento puede reducirse a una o dos sesiones, como podría ser el caso de los declarantes en las Audiencias Públicas; en este sentido el acompañamiento es puntual.
  • La duración del acompañamiento está pautado de antemano como en el proceso terapéutico, pero puede alargarse durante varias horas cada vez.  

Psicoterapia

  • La meta central de la terapia es la recuperación del funcionamiento psicológico del afectado tratando de restablecer los niveles previos al trauma.
  • Aportar a la elaboración psicológica de los procesos de duelo y las experiencias traumáticas producidas por el impacto de la violencia política y revividas por el juicio.
  • Contribuir a atenuar las experiencias de dolor, trabajando con los efectos generados a partir de la vivencia traumática. Propiciar la recuperación y el desarrollo de los recursos personales del afectado que la vivencia traumática desestructuró impidiendo un proyecto a futuro.
  • El vínculo entre psicoterapeuta y paciente es asimétrico. El terapeuta y el paciente tienen roles muy definidos.
  • Las condiciones para desarrollar una psicoterapia tienen una importancia capital; entre ellas están: un lugar fijo, un horario definido y un tiempo de trabajo que se explicitan en un contrato inicial. Lo que marca la pauta de un proceso terapéutico es precisamente la firmeza y rigidez del cumplimiento de este contrato. Por ejemplo en la psicoterapia rara vez hay sesiones fuera de las horas previamente acordadas.
  • En terapia el tiempo habitual es de 45 ó 50 minutos por sesión. Y su duración, puede variar de algunos meses hasta dos años, según el caso.











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